En este país, se realizan cientos de celebraciones. Básicamente aquí en la Ciudad de México, cualquier fecha o acontecimiento es motivo para conmemorar algo o a alguien. Esto hace muy difícil contabilizar cuántas se realizan año tras año.
Sin embargo, hay algunas que son muy significativas, por la concurrencia que asiste, el ímpetu con que son realizadas y el tiempo que duran. Incluso son conocidas mundialmente y muchos turistas son atraídos por ellas al ver la originalidad y la magia que transmiten.
Cuando las unes a las costumbres y tradiciones de la CDMX, encuentras que la cultura mexicana es rica en todas sus expresiones populares. Y justo de ellas hablaremos a continuación.
¡Fiestas tradicionales por el orgullo de ser mexicano!
Día de la Independencia de México.
Cada 16 de septiembre, muchos mexicanos acudimos a la plancha del Zócalo capitalino para festejar en multitud, nuestra liberación del yugo de España. Es imposible no estremecerse con el grito: “¡Viva México!” de por lo menos 100 mil personas que retumba en el cielo.
Este día la tradición implica vestirse de verde, blanco y rojo, nuestros colores patrios. Ser un charro y una china poblana o jarocha en las mujeres, además hacerse trenzas y ponerse bigote en los varones.
Se elaboran en casa guisos como pozole, mole y todo lo que las familias prefieran comer este día, bailar, cantar, beber tequila o cerveza y lo que para la imaginación alcance. El objetivo es sentirse más mexicanos que nunca.
La flor más bella del ejido.
Este evento tuvo su origen en la alcaldía de Xochimilco y su antigüedad es de más de 200 años. Los habitantes de esta zona se reúnen para festejar a la mujer mestiza más bella.
Se realiza una feria de artesanías propias del lugar, como en Xochimilco abunda la diversidad de flora, también se hacen exposiciones florícolas, eventos deportivos y muestras de platillos.
Posadas mexicanas.
A partir del 16 y hasta el 24 de diciembre, en la CDMX se realizan las famosas posadas, fiestas típicas de México. Se trata de separar a los asistentes en dos grupos de personas. Uno de ellos hace de Jesús que pide asilo en una casa ajena y se les deja “afuera”.
El otro grupo representa a la o las personas que viven en ese lugar y ya te has de imaginar lo que sucede a continuación, cantan e intercambian palabras en una conversación hasta que “los de la casa” dejan que Jesús y María embarazada se refugien.
Otra de las actividades es pegarle a la piñata, para tomar los dulces y fruta que caigan una vez rota. Esta actividad es especialmente divertida si piensas en la expectativa que se tiene sobre lo que te vas a ganar si te avientas junto a los demás.
La CDMX representando las fiestas populares de México
Celebración de los muertos en Mixquic.
Al anochecer del 1° y 2° de noviembre de cada año, cientos de personas visitan el pueblo de San Andrés Mixquic en la alcaldía Tláhuac, al sur de la CDMX. Llegan ahí con la intención de pasar un tiempo con las personas queridas que se les adelantaron.
Armados con todo tipo de flores como el cempasúchil, sirios y platillos que más les gustaban a los difuntos, se internan en las tumbas y nichos para decorarlos, hablarles, rezarles, cantarles y hasta ponen música para bailar.
En el ambiente predomina el dulce aroma floral y sabrosos vapores de los platillos que las familias llevan. Siempre con alegría y respeto, porque esta actividad simboliza el puente que hay entre los vivos y los muertos y lo que menos se quiere, es que no lleguen a saludar.
Día de la Virgen de Guadalupe.
El 12 de diciembre de cada año, cientos de caravanas de personas a pie o en transporte llegan a la CDMX para cantarle las mañanitas a la Virgen de Guadalupe en La Villa, ubicada en la alcaldía Gustavo A. Madero.
Es increíble ver cómo ingresan por toda la ciudad tantos fieles que, con imágenes, rosarios y figuras de la virgen, llegan desde lejos a veces apoyados en sus rodillas, al recinto religioso para bendecir los símbolos que llevan con agua bendita.
Veneración del Niñopa.
El 2 de febrero, día de la Candelaria, se celebra en la alcaldía de Xochimilco la procesión que tiene como protagonista a la figura religiosa del Niñopa “Niño padre”. Éste, es la forma infantil de un varoncito de madera de más de 400 años que cambia de hogar cada 12 meses.
Los residentes de la zona que hacen de “mayordomos” del niño, se encargan de cuidarlo dentro de sus casas hasta que a una nueva familia le toca hacerlo. Es tan importante que se considera patrimonio de la alcaldía. En esta fiesta, se hace oficial el cambio de mayordomo.
Como datos curiosos, te puedo decir que hay personas que esperan años por ser cuidadores del Niñopa y deben cumplir con ciertas obligaciones. También, existe un comité que vigila su integridad y el INAH se presenta en la celebración para realizar la restauración que necesite.
Costumbres del Distrito Federal, ahora Ciudad de México
Los que vivimos en la ajetreada selva de la CDMX pasamos el día entre hábitos, costumbres y lenguaje que solo hay aquí. Algunas son divertidas, otras no tanto. Si las reconoces, en definitiva tienes espíritu de chilango (nacido en CDMX).
Estas son algunas de ellas:
- Escuchar en la calle al camotero, al de los “bisqueces”, a la de los “colchones tambores, refrigeradores”.
- Comer una guajolota (tamal en bolillo) con atole por las mañanas.
- Aplicar el “bolillo pal’ susto” cuando ha pasado algo difícil.
- Desesperarse por las personas que van caminando lento.
- Ir a la tienda y que no tengan cambio y te quieran pagar con chicles o caramelos.
- Tomar la combi y marearte.
- Pedir una quesadilla de queso.
- Conversar con alguien y que te mande mensajes en “doble sentido”, con albur.
- Acento “cantadito” al hablar.
- Desconocer las calles de la ciudad, pero saber cómo llegar.
La CDMX es un estuche de monerías que no se cansa de dar sorpresas. Si vives aquí como yo, sabes bien que una nota no basta para hablar sobre ella. Tendríamos que escribir todo un libro para cubrir todas las celebraciones típicas de México, su arte y costumbres.
